Para conseguir esto habría que proponer medidas en las que se visibilizara la igualdad efectiva en los ámbitos educativos, laborales y domésticos. Y este último importantísimo: la corresponsabilidad.
Las labores del cuidado de descencientes y ascendentes han de ser compartidas (cuando no haya impedimento de fuerza mayor), De esta manera conseguiremos que nuestros descendientes crezcan felices y mejores personas, y que nuestros ascendientes vivan la última etapa de su vida con unos mayores índices de calidad en el cuidado. El reparto del cuidado entre hombres y mujeres generará RESPETO.
Por eso, me comprometo a Educar en Igualdad, a transmitir el valor del respeto como germen de esa igualdad. RESPETO primero con la persona misma y después con la otra persona que camina a nuestro lado o que esta enfrente.... Pero no sólo hoy sino TODOS los días del año.
Esta es mi pequeña reflexión para este día.
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María José Galán Gamonales.